domingo, 27 de marzo de 2011

Blas de Otero - Pido la paz y la palabra

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos.

Setas de Liliputienses

Ingredientes:

Ocho huevos
Una lata de bonito
½ cebolla
2 cucharas soperas de aceite de oliva virgen extra
Unas cucharadas soperas de tomate frito casero
Unas aceitunas verdes sin hueso
Tomates en rama
Un poco de mayonesa
Unos guisantes

Elaboración:

Cocer los huevos en abundante agua, hasta que se queden duros. Pasarlos por agua fría y retirar.

Pelar los huevos. Cortarles con un cuchillo la base, y sacar con cuidado las yemas.

Añadir el bonito, bien escurrido y desmigado y las aceitunas verdes cortadas en trocitos, y media yema de huevo cocido desmigada.

Darle vueltas añadiendo unas cucharadas de tomate frito casero —que esté espeso—.

Rellenar los huevos, con ayuda de una cucharita, con el relleno. Poner en un plato con la base asentada en él. En este momento soltarán un poco de caldo del que lleva el bonito en lata.

Preparar los tomates, que habremos lavado y secado previamente partiéndolos por la mitad y vaciándolos, ayudándonos de un sacabocados. Reservar boca abajo para que suelten todo el jugo. Para que la presentación quede bonita lo ideal es no utilizar las mitades en que está el culo de los tomates, y aprovecharlas para otra receta.

Hacer una mayonesa ligera, y echar un poco en una jeringa —los niños en este punto se sentirán muy contentos al cambiarle el uso a la jeringa del Dalsy—

Como guarnición, preparar unos guisantes cocidos o un poco de lechuga cortada en juliana.

Montaje del plato

Poner la base de guisantes o de lechuga. Si es de lechuga, aliñarla un poco antes de servir en la mesa con un poco de sal, un poco de aceite de oliva y unas gotas de vinagre. Si son guisantes, cocerlos sin más con un poco de agua con sal, y pasarlos por una sartén antiadherente con la mínima expresión de aceite.

Poner encima los huevos apoyados por la base.

Poner una mitad de tomate sobre cada huevo, a modo del sombrero de la seta.

Con la jeringa que hemos llenado de mayonesa, ponerle los puntitos a la seta.

domingo, 20 de marzo de 2011

César Vallejo - Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé

Bizcocho de naranja


Ingredientes:

- 1 naranja de zumo
- 70 ml. de aceite de girasol
- 170 gr. de harina de repostería
- 250 gr. de azúcar
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura de repostería (levadura química, polvo de hornear o impulsor)

Elaboración:

Lavar la naranja y sin pelarla la troceamos en trocitos, mejor utilizar una naranja de zumo porque tiene poca corteza y poca parte blanca que es lo que amarga.

En un recipiente añadimos la naranja partida, el aceite de girasol, los tres huevos y el ázucar y lo batimos todo con la batidora. Hay que batirlo muy bien hasta que desaparezcan los tropezones y se quede una crema homogénea.

A la crema anterior con ayuda de un colador y un tamizador vamos añadiendo la harina junto con el sobre de levadura (Tamizar= esta operación sirve para que el bizcocho coja aire y quede más esponjoso) y con ayuda de una espátula con movimientos circulares vamos mezclando.

A continuación con ayuda de un papel y el aceite de girasol engrasamos bien el fondo de un molde y por último espolvoreamos un poco de harina y quitamos el sobrante.

Tendremos el horno precalentado durante media hora a 180º e introducimos nuestro molde durante 40 minutos a 150º.

Nota:

Es importante que durante el horneado no se abra la puerta.
Si el bizcocho se abre por arriba la temperatura es muy elevada.
Si el bizcocho una vez sacado se hunde esto es porque estaba flojo de temperatura.

domingo, 13 de marzo de 2011

Violeta Parra - Gracias a la vida

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me di dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco,
Y en alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes al hombre que yo amo.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me ha dado el cielo que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios,
Martillos, turbinas, ladridos, chubascos
y la voz tan tiene de mi bien amado.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con las palabras que pienso y declaro,
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La vida del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me ha dado la marcha de mis pis cansados,
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playa y desiertos, montanas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me di el corazón que agita su mano
Cuando miro el fruto del cerebro humano,
Cando miro el bueno tan lejos del malo,
Cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto,
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.

Tarta de dos chocolates

Ingredientes:

1 litro de nata de montar (35% de M.G)
300 grs de chocolate negro (Nestle Postres con un 52% de cacao)
300 grs de chocolate blanco
2 sobres de cuajada Royal o Danone
100 grs. de galletas tipo digestive
100 grs. de mantequilla

Elaboración:

Machacamos las galletas junto con la mantequilla o las trituramos en un robot de cocina hasta su completa unión.

En un molde de aro desmontable extendemos esta masa y si la queremos dulce la dejamos así y si no la queremos muy dulce precalentamos el horno durante 20 minutos y horneamos durante 10 minutos hasta que esta masa se quede durita.

Deshacer al baño maría los 300 grs de chocolate negro en medio litro de nata sin que llegue a hervir.

Cuando esté deshecho añadir un sobre de cuajada, revolver bien, verter en el molde y dejar enfriar durante 30 minutos.

Cuando la mezcla esté dura, (más o menos media hora), proceder de igual forma con el chocolate blanco y dejar enfriar durante 20 minutos y verter la mezcla de chocolate blanco junto a la mezcla de chocolate negro y dejar enfriar unas horas.

Retirar el aro y cubrir con cacao en polvo, fideitos de chocolate o dejarlo sin cubrir.

Se puede hacer otra tercera cara procediendo como con los anteriores chocolates pero esta vez con el chocolate con leche.

lunes, 7 de marzo de 2011

José Antonio Labordeta - Canto a la libertad

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.

Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.

Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.

Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

domingo, 6 de marzo de 2011

Macarons con crema de limón


Ingredientes para 18 unidades:

Macarons:
2 claras
35 gramos de azúcar
75 gramos de almendras molidas
135 gr. de azúcar glas

Crema de limón:
100 gramos de huevos
50 gramos de azúcar
100 gramos de zumo de limón
la ralladura de un limón
10 gramos de mantequilla

Elaboración:

Para hacer los macarons, batimos en un bol y con la ayuda de unas varillas eléctricas, primero las claras hasta que nos queden a punto de nieve y después añadimos los 35 gramos de azúcar, volvemos a batir para que nos quede como merengue.

En un bol aparte mezclamos bien el azúcar glas y la almendra molida. Mientras vamos tamizando esta mezcla la vamos incorporando al merengue, y lo vamos mezclando con la ayuda de una espátula, con movimientos lentos y envolventes, para evitar que la mezcla pierda aire.

Ponemos la mezcla en una manga de pastelería, ponemos papel de horno sobre la bandeja, vamos repartiendo la masa sobre el papel en forma redonda y de unos 4 centímetros de diámetro, intentaremos dejar algo de espacio entre galleta y galleta para evitar que se peguen unas con otros.

Dejamos que las bandejas con las formas hechas fuera del horno, al aire durante al menos 1 hora, para que se forme en la parte superior de los macarons una fina costra.

Precalentamos el horno con el gratinador a 160º C. Coceremos los macarons durante 15 minutos (hasta que estén secos).

Los dejamos enfriar y separamos del papel de hornear, con mucho cuidado.

Para preparar el lemon curd, en un bol que resista el calor, batimos los huevos, el azúcar y la ralladura de limón. Ponemos una olla con agua al fuego y cuando empiece a hervir ponemos encima el bol, mientras movemos la mezcla de limón, removemos y mantenemos al baño de María unos minutos, hasta que espese.

Cuando haya espesado retiramos enseguida del fuego y el mismo bol lo ponemos en otra olla pero con agua fría. Le añadimos el trocito de mantequilla y lo removemos muy bien. Guardamos en la nevera.

Vamos montando los macarons, poniendo un poquito de rellano entre dos de las galletas.